viernes, 25 de agosto de 2023

Escribiendo desde la enfermedad. Parte 1

Canción para leer este post: let down 

Hay varios elementos que giran en torno a esta enfermedad que me cargo: razones por las que me enfermé y su relación con el quinto chakra/ la cercanía con la muerte e historias que lo respaldan/ el aislamiento durante la enfermedad y el encuentro cara a cara con la soledad. Cada uno de estos temas tendrá su propia entrada porque cada una es extensa.

Pero primero lo primero, quisiera preguntarme por qué me enfermé. El diagnostico es por un virus respiratorio y luego las bacterias complicaron las cosas inflamando mis bronquios... ajá, pero no vamos a ser tan reduccionistas, un evento que me llevara al hospital debe de tener otras razones que quizá no deba de seguir ignorando

La mayoría de las personas con las que convivo me han dicho que me enfermé porque realicé varias actividades intensas y estuve bajo mucho estrés, lo que hizo que mis defensas se bajaran. Y sí, a todo. El momento canónico de esta enfermedad fue el viaje a Guienagati. Estuve estresada por el cicloviaje, la incertidumbre, lo desconocido, acercarme más a Frida y de viajar como nunca lo había hecho. Tanto así que, un día antes del viaje mi cuerpo me advirtió con una urticaria por estrés (me salieron ronchas y se me inflamó el parpado). 

Estar allá me confundió mucho, experimenté cosas que no había experimentado y aunque estaba acompañada, lo hice sola, me sentí sola, no estaba en sintonía con nadie. En retrospectiva creo que solo estaba esperando llegar a la ciudad para poder bajar mi guardia. O sea, ya traía el bicho de la gripa pero mentalmente y corporalmente resistí para no enfermarme allá ¿es eso posible?

Y sí a todo lo anterior, pero esas razones creo que siguen siendo muy reduccionistas, aún creo que podemos escarbar más y quizá encuentre el meollo del asunto y comience a mejorar, y ahora que estoy en esta investigación, por qué dejarlo solo así. Recapitulemos: me enfermé por el bicho, por la carga de actividades y de estés... pero ¿qué me sigue estresando que no ha dejado recuperarme?

~ que morras socio deje de ser morras socio. Me da miedo que este proyecto pierda su esencia y que deje de identificarme con él y tenga que moverme. Esto es un miedo constante por el alcance que hemos tenido y lo rápido que han sucedido las cosas y el miedo es porque tendré que empezar desde cero otra vez, tomando en cuenta que este colectivo surgió desde mi profundo deseo de accionar en colectivo con morras con las que tuviera una visión similar de la sociedad y el mundo.

Si esa visión de equidad para llegar a la igualdad y de interseccionalidad desaparece o se trata de llegar a ella a partir de medios que son parte del problema, nuestra participación será igual a la de una feminista blanca. Que sigamos navegando sin alinear nuestros intereses, fines y visión del mundo, me causa estrés.

~Otra de las cosas que me ha causado estrés (aunque no lo quiera admitir) es el dinero. Estar desempleada me ha traído mucha satisfacción por el tiempo que tengo para hacer lo que se me de la gana, pero también me tiene estresada porque no sé a dónde va a parar mi vida profesional. Y sí, he estado dando cursos y con ello he aprendido más sobre análisis espaciales con herramientas especializadas pero no termino de verlo como un trabajo completo. Necesito estabilidad laboral, un contrato con prestaciones básicas y que se respeten. Tengo una sed de un trabajo bien, que respeten lo que hago y en donde mi conocimiento y trabajo tenga un impacto positivo en la sociedad. Ah, y que me paguen chido, porque estoy volviendo a endrogarme.

~Me estresa mi espacio, siento que mi pequeño departamento me está rebasando, me estresa vivir con alguien, me estresa no saber hacía donde voy, me estresa no saber lo que quiero. Y no poderme visualizar en un futuro próximo ni lejano, no existo en el futuro. Y creo que lo que más me estresa es que las personas piensen que tengo todo resuelto y creo que es mi culpa porque siempre encuentro como darle la vuelta a este tipo de introspección (si no lo veo o no lo hablo, no existe). Cuando se trata de tomar una decisión puedo sentir lo que está bien y lo que no, pero no tengo idea de como materializar esas decisiones a algo concreto sobre lo que quiero hacer. (Aprovecho este espacio para decir que mi instinto se ha ido agudizando con el tiempo y después de algunas experiencias, puedo decir sin miedo a equivocarme que cuando siento que algo está mal es porque está mal).

En fin, trato de pensar en los consejos que me podría dar Mayan, y creo que me diría que todo está conectado y que esto que me estresa o me está pasando va más allá del cuerpo, de las relaciones o lo material, podría ser parte de algo más transpersonal, porque justo en ese ámbito estoy muy desconectada y hasta perdida. Me di a la tarea de investigar un poco.

Una vez leí que los chakras son parte de una serie de mapas de la evolución de la consciencia para que la energía fluya perfecto en nuestro cuerpo y podamos alcanzar el máximo nivel de consciencia, y para lograrlo es necesario desbloquear cada uno de los 7 chakras pero, hacerlo implica un desafío psicológico y corporal.

Estoy enferma de los pulmones, que son parte del quinto chakra, el de la garganta, el de la comunicación, mi mero mole. Y este está relacionado con el plano transpersonal (como lo sospechaba). Lo que se supone que debo de desbloquear en el quinto chakra para que esa energía fluya (y deje de estar enferma) es la verdad... 

Este chakra se encuentra en el plano transpersonal que "implica abandonarse a sí mismo, o más precisamente, desapegarnos de la imagen que tenemos de nosotros mismos, el 'ego' y su ilusión de separación respecto de todos los demás seres, en orden a adquirir una consciencia de unidad e interconexión con todos los seres. El plano transpersonal tiene como meta una consciencia de tipo mística, pero para ser auténtica implica haber trabajado profundamente el plano personal y el transicional."

En resumen, debo de desapegarme, dejarme de engañar, hablar y expresarme con sinceridad, hablar mi verdad. Pero para lograrlo, debo de definir lo que quiero y lo que siento y esa es la verdadera tarea. 

Y siendo sincera, creo que hace mucho que no hablo con sinceridad mis relaciones, o sea, lo intento y tienen verdad pero no está completa. Mis relaciones no tienen toda la verdad. Siempre estoy cuidando la intensión de lo que digo y no solo de mi persona sino también de lo que es parte de mí. Me mueve mucho lo que las personas cercanas a mí expresen y también mis proyectos. Me preocupa mucho la imagen, y en este momento sobre todo, me preocupa la imagen de morras socio. 

No he podido comunicar lo que siento de la manera correcta porque no sé si exista una manera correcta de decirlo, quizá porque lo que quiero expresar no es correcto, pero también sé que no es definitivo. 

Tampoco he dicho lo que siento porque me estoy dejando explorar otras ideas, otras visiones y vivires a través de mis amistades. Quizá deba de pensar más en lo que no me gusta y por qué para saber si de verdad no me gusta.

Siento que todo esto me lleva a los otros temas que quiero tratar, la muerte y la soledad... creo que ahí podré encontrar algo de mi verdad.


domingo, 23 de julio de 2023

Fin de una etapa oscura

 Ok, hace un mes que renuncié a mi empleo más conflictivo que he tenido.

Uso la palabra conflictivo porque me causó diferentes sensaciones y la mayor parte del tiempo me la pasaba conflictuada con mi labor y mis relaciones sociales. Me dio muchas satisfacciones profesionales, me retó profesional y personalmente, me mostró mi parte capaz y eso me dio una seguridad increíble en el ámbito laboral. También fue un reto social porque conocí a personas tan diferentes a las que estoy acostumbrada a rodearme y mi habilidad de adaptación me superó. Realmente me dio muchas satisfacciones, más de las que podría dar crédito. Pero esos límites que rebasé me sobrepasaron, era un trabajo super demandante y aunque no lo parezca, también precario, no tenía seguridad de ningún tipo, solo confiaba en que mi trabajo me asegurara mi lugar y también mis prestaciones o concesiones como días de descanso, permisos y que trataran de respetar mi horario laboral... que aunque quisieran, no lo hacían.

En cierta manera lo extraño, extraño hacer lo que hacía y esa satisfacción de crear procesos para llegar a un resultado y que salía bien. También extraño a mis amigos y la relación que tenía con ellos, poder hablar y compartir.

Ese trabajo me conflictuaba porque me hacía sentir poderosa pero también mala, sentía que me daba estatus, confianza y ganaba conocimiento y habilidades sobre el mundo en el que vivimos política y socialmente pero, también me hacía sentir mala porque estaba ayudando a que se siguiera rigiendo bajo los mismos poderes. Y también porque para seguir ahí necesitaba cierta estrategia social, porque fue ahí en donde me di cuenta que sí hay personas malas porque les guata estar chingando a la gente, personas egoístas, y nunca sabías realmente en quién podías confiar en alguien. Era muy conflictivo, honestamente.


 

sábado, 13 de mayo de 2023

I simply call it the bravery of emptiness



Hoy tuve uno de esos días en los que me doy un super clavado esperando hundirme (y quizá ahogarme) en el consumismo de recetas capitalistas que tanto conflicto me causan. A pesar de tener planes super productivos para este día, vi la oportunidad del degenere y la tomé, sobre todo porque hacía demasiado tiempo que no tenía tiempo sola en la casa y, a pesar de que lo iba a invertir en ser una sumisa de la producción de plusvalía, caí en otra de sus vertientes, el consumismo. 

Consumí de una manera asquerosa, tanto visual, musical y alimentariamente cosas que no podría hacer sin que estuviera sola. Vi sitcomes machistas y series que engrandecen la monarquía e ideas conservadoras disfrazadas con diversidad cultural, cuando la única cultura que engrandecen es la blanca hegemónica. Naufragué por horas en redes sociales hasta que mi teléfono se descargó. Bebí uno de los cafés más caros y una gran variedad de comida de las que viene en bolsas de aluminio y que, además, me trajeron a la puerta de mi casa envuelta en una cantidad dramática de papel y plástico. Todo esto para tratar de generar dopamina o santonina, en busca de crear emociones y satisfacciones efímeras. 

Tratando de evadir las cosas que a la larga me podrían dar una mayor satisfacción y que siento que me sobrepasan. Y entre el cambio de una actividad a otra, por momentos me arrojaba a mis sentires de impostora, trepadora, huevona, una verdadera farsa. Pensando constantemente que lo único que me ha mantenido cuerda en realidad existiría perfecto sin mí y sí, lo digo con la intensión de que me pruebe lo contrario pero sin ser condescendiente sino porque es una verdad. Socialmente no tengo algo que pruebe que es verdad.

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En este momento de mi vida se han destapado una gran variedad de sentires que nunca había tenido y que no conocía. Por un lado estoy feliz de que existan y me conviertan en una persona de grises, pero por otro lado me atosigan y, con la idea impuesta desde la academia sobre cómo tenemos que comportarnos y sentirnos con la humanidad, lo único que ocasionan es abrumarme porque finalmente sí siento una cantidad aplastante de enojo, odio y envidia por tanta injusticia y tanta gente idiota. ¿A caso todos tenemos tanto odio? Lo que he aprendido estos meses sobre mí es que soy muy buena reprimiéndolos (si no lo pienso no existe) pero por cuánto tiempo podré soportarlo, y qué tanto cambiará mi cuerpo si lo sigo haciendo.

¿Me debo de alejar de la gente que odio o aprender a sobrellevarla? ¿Si decido alejarme, cómo lo hago sin que haya repercusiones mayores? ¿Cómo logro sacar tanto coraje sobre su falta de empatía y su creciente idiotez?

Todo esto está cagadísimo porque pensé este post como una situación graciosa que compartir: un día de echar la hueva, pero conforme lo fui escribiendo me di cuenta que algo andaba mal y que, a pesar de que comencé con la idea de que alguien se podría identificar con un día así, me di cuenta que esto está demasiado enfermo, y va más allá algo cagado. 

¿O no?


PD creo que me he alejado de escribir porque termino sobrepensando mis sentires y a veces me da pena publicarlos