jueves, 10 de septiembre de 2015

Xcaret

Segundo día: Xcaret


Compré en Costco los boletos para Xcaret que incluían acceso plus al parque, bufete, transporte y una actividad extra. Reservé un día antes de irnos y traté de que fuera lo más temprano posible para poder disfrutar hasta el último momento.

La siguiente información será la misma que tengo en mi moleskine de viajera.

Pick up: 9:15 am, calle 34 y 5ta Avenida. Referencia: una palapa.  (estar 10 minutos antes).
Llevar comprobante impreso y una identificación.

Modelando outfit del día sobre la 5ta. avenida.

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Desayunamos en el hostal: fruta y unas rebanadas de pan tostado (en el tostador) con jaleas de diferentes sabores. Cuando íbamos camino al punto de reunión, me encontré con una de mis mejores amigas de la secundaría: Rachel Manlop. Me dio gusto verla, y lo más chistoso es que ella también vive en la CDMX y también estudia biología en la UAM (Xochimilco) y jamás nos habíamos visto o puesto de acurdo para salir hasta ese día EN PLAYA DEL CARMEN.


Rachel y yo, con mi fleco horrible.

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¿Qué hicimos en Xcaret?


  • Nos recogió uno de esos camiones pintorescos. En las pantallas estaban pasando vídeos de las actividades adicionales e indicaciones para una mejor experiencia. La chica que nos recogió nos explicó cómo funciona el mapa y sobre los bloqueadores y anti-mosquitos biodegradables que vendía. Cuando llegamos al parque nos mostró el punto de reunión para la salida.  

El camión coqueto que nos recogió y Ruben con su outfit del día :)


  • Nos tomaron una foto mientras pasábamos nuestro brazalete por los torniquetes (la vendían al final del día). Entramos, fuimos felices, reservamos nuestra actividad extra (NADO CON TIBURONES). 


  • Nuestra primera expedición: las minas. Están por debajo de la tienda de la entrada-salida. 






  • Area plus a dejar nuestras cosas en los lockers, pero antes, nos tomamos foto con las famosas guacamayas de Xcaret, rojitas y bonitas. 

La foto forzosa de Xcaret

  • Aprovechamos que habíamos dejado nuestras cosas en un lugar seguro y que estábamos en el área plus para meternos al Río Subterráneo. Nos querían meter a la ruta corta porque dije que no era una profesional nadando, pero minutos antes, había escuchado a unos chicos que preguntaron por el manatí y los llevaron por la ruta larga, entonces, hice lo mismo, pregunté por el manatí y nos guiaron hacía la ruta contra corriente. No encontramos al manatí pero estuvo tenebroso y aventurero. 

Río Subterráneo desde lo no subterráneo. 

  • Salimos del Río por la ruta de la playa, nos dimos un regaderazo y nos fuimos al hamacodromo con vista al mar y al famosísimo palo que te indica hacía qué dirección queda tal o cual país. Recorrimos por arriba la ruta negra, que es la misma por donde pasa la ruta larga del Río Subterráneo y ahora sí, encontramos al manatí, además de el tapir, mapaches, flamingos, el venado cola blanca y los monos araña. 

Decidimos no clavarnos en las ruinas porque nos iban a quitar tiempo de otras cosas menos comunes (para los mexicanos)


En la entrada del acuario había un manglar.


  • Regresamos a la zona plus a recoger algunas cosas incluyendo las cámaras y nos fuimos por la ruta del acuario para estar más cerca de los tiburones. Observamos a los invertebrados del acuario (los vi con otros ojos), pasamos a una expo temporal de tortugas donde nos contaban la historia de una tortuga que fue atacada por un jaguar y una "veterinaria" de Xcaret y su equipo la rescataron, curaron y devolvieron al mar. Muy bonita expo. Al salir, pasamos por donde estaban los tiburones, ¡uff! Me comencé a poner nerviosa. Vimos también a las rayas, a las tortuguitas y tortugotas. 
Roobie super emocionado viendo a los tiburcios antes de nadar con ellos

Exposición temporal de tortuguitas y los super caparazones para meternos a posar como tortugas

Breve explicación de los arrecifes de corales

El acuario y sus hermosos misterios



  • Al salir, nos fuimos a quitar el olor a tiburón a la playa, ésta no tenía sargassum y la disfruté mucho, mucho, mucho. Estaba muy feliz. Por fin, lo habíamos logrado, estar ahí, en el mar, los dos juntos, pasándola bien, después de haber tenido una de las mejores experiencias... ¡FELICIDAD!

  • Después de un momento super cooool, buscamos unas regaderas para enjuagarnos porque no nos volveríamos a meter al agua. Logrado nuestro cometido, caminamos sobre la ruta de la playa con dirección al mariposario. Nos perdimos en el camino y nos encontramos con el puma, el cementerio tan folklorico (en el mejor de los sentidos), el taller de cera y la ¿escultura? de rocas. En vista de que no encontrábamos lo que buscábamos, optamos por ir a comer.

  • Comimos en el restaurante El Mexicano mientras un señor cantaba canciones mexicanas de esas que sí me gustan. El bufete como lo recordaba: riquísimo. El ambiente tan mexicano -suspiro-. Me sentía como en Jalisco. 
Anécdota: mientras me servía pollo con mole, me percaté que la crema que tenían era un poco más amarilla de la que acostumbro a comer, imaginé que era porque es de pueblo o con una receta especial. Me serví una buena cucharada sobre mi mole y lo comí. Me supo raro pero pensé que se trataba del queso. Cuando regresé a servirme más cosas, me dí cuenta que lo que había puesto a mi mole era en realidad mayonesaaaa y la habían puesto ahí porque a un lado estaban los elotes. Choz...

Lo mejor de la comida fueron los postres. Los amé.

En el Mexicano


  • Regresamos a nuestra aventura y vimos uno de los espectáculos más emocionantes: la ceremonia del Pueblo Maya. Algo que siempre me ha impresionado de los trabajadores de Xcaret, es que su trabajo se lo toman muy en serio, se meten en su papel. Aman lo que hacen y los apasiona, y eso, eso hace la diferencia en cualquier lugar que brinde servicio. El maquillaje y el vestuario de los actores es tan real como cuando hacen la travesía maya de PC a Cozumel. Esto fue sólo una probadita de lo que veríamos en el México Espectacular. 


  • Seguimos nuestra búsqueda del mariposario pero antes, pasamos por el aviario: un lugar ¡MA-RA-VI-LLO-SO! Increíblemente bonito, con cascadas, puntes colgantes y aves, por su puesto. El aviario es parte del camino forzado que se sigue para llegar al mariposario, y se me hace de lo más organizado y planeado porque con los dos se complementa la experiencia. 

Breve introducción al aviario. Es aquí donde les demuestro a todos que uno de los antepasados de las aves fueron los velociraptors.

  • Finalmente llegamos al mariposario. Tan tranquilo, perfecto, lleno de vida y colores. Mi lugar preferido del mundo mundial. Al principio, mientras me tomaba unas fotos, un chico que parecía retrasado, entró con un cigarro y lo odié tanto que quería gritarle en frente de su familia. Decepcionadamente, lo único que hice fue mirarlo con todo mi odio hasta que apagó su cigarro. No pude creer que alguien se atreviera a violar ese santuario tan puro. 

  • Las canciones que ponen de fondo hacen que la caminata sea más placentera junto a las mariposas. Este mariposario es como un tipo cerro pequeñito que tienes que subir y bajar y mientras lo haces, mariposas vuelan sobre de ti y contigo. Y si eres cuidadoso, se te pueden parar en la cabeza. 

Fuente del mariposario


Jugando con las mariposas


  • Luego de cumplir mi capricho del mariposario, fuimos en busca de la famosa iglesia del cenote. No la encontramos pero subimos a la capilla de San Francisco de Asis y nos metimos abajo del cementerio donde hay 365 veladoras y figuras religiosas que me dan un buen de miedo. De hecho, hay partes de Xcaret que son un poco tétricas porque son desconocidas y tiene  mucho que ver con las culturas antiguas de México. Caminamos por nuestras cosas al área plus y de ahí, nos dirigimos al México Espectacular. Mientras caminábamos, nos encontramos con la iglesia que quería ver, la del cenote, Estaba increíble, me pregunto si esas cosas tan hermosas las planeó un arquitecto o ya estaban así. En fin, misión cumplida.


  • Para terminar nuestro día en Xcaret, fuimos al espectáculo de la noche: México Espectacular que englobó todo lo que la gente debe de saber de México en general, incluyendo su historia, culturas y hasta deportes mayas. Sé que cada temporada cambian de coreografía pero lo que más me gustó de esta fue cuando presentaron la música y los bailes de Veracruz, incluyendo los voladores de Papantla, el señor que se pone en ápice del palo nos puso los nervios de punta. Nos regalaron una velita en la entrada del show para encenderla durante, y se veía bonito todo iluminado. La acústica del lugar es increíble y los entrenadores de tiburones participaron también en el espectáculo (haciendo otras cosas, claro). Una bailarina se cayó pero no fue nada grave y casi nadie le dio importancia porque siguió bailando. El baile de los viejitos fue uno de los mejores (spoiler) ¡porque en realidad eran viejitos! Un show sorprendente.
Roobie a la salida del México Espectacular

Saliendo de México Espectácular, vimos a unos caballos super bonitos y convivimos un rato con ellos antes de salir through the gift shop. Compramos nuestra foto con los tiburones y nos despedimos con una gran sonrisa de Xcaret. (Se me salen las de coco).

De regreso, nos subieron acertadamente en El Chilango, que fue el camión que nos llevó de regreso al punto de salida. 


Después de recordar y narrar todas las cosas increíbles que pasamos ese día, me dan ganas de volver y volver y vooooolver... todas las veces que pueda a ese lugar al que amo y extraño mucho.

Xcaret es un must en la vida de cualquier ser humano.


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