Me fui de vacaciones antes de que terminara el trimestre. En realidad, fuimos a Guadalajara al examen profesional de Ruben pero, yo sentí que eran como unas vacaciones con propósito.
******************* Primer día: viaje, hotel y cenita ************************
Volamos por primera vez en Viva Aerobus y no es tan malo como dicen que es. Quizá lo diga porque mi punto de comparación es una aerolínea muerta (Mexicana). Lo único molesto y a la vez emocionante, y que es bueno y malo al mismo tiempo (sin existir balance), son los asientos no numerados, porque hay que formarse para alcanzar lugar, como en el Ecobus. Tampoco dan snacks como en Interjet, pero está la carta por si quieres comprar algo.
Mi plan para llegar al aeropuerto estaba coqueto hasta que se me hizo tarde y tuve que improvisar. Tenía pensado utilizar por primera vez el metrobus del aeropuerto, pero tuve que irme en metro.
Mi equipaje era ideal y me encargué de que todo estuviera en orden y preparado para imprevistos. Todo doblado y acomodado perfectamente para que cupiera en una sola mochila, aunque no fueron muchos los días que estuvimos pero tenía que llevar a changuito Toky (ocupaba la mitad del espacio) y mi ajuar de "gala" que incluía mis botas para el examen. Perfecto, salvo por una cosa, una cosa que puede cambiar la temática de un viaje: mi ipod.
Olvidé mi ipod, y me di cuenta cuando iba llegando al metro y no tenía tiempo para regresar. Me deprimí todo el camino al aeropuerto.
Llegué y pesamos el equipaje, lo mio sólo pesaba seis kilogramos. Fuimos a comer al Wings para hacer tiempo. Por un momento pensé en ocupar ese tiempo para regresar a mi casa por mi ipod pero obvio era muy arriesgado, no iba a llegar a tiempo, o bueno, no sé porque el avión se retrasó. Decidí, entonces, que el soundtrack de mi viaje sería random, con los sonidos de la naturaleza y el folklore mexicano. Sonidos de los que no me puedo percatar cuando traigo los audífonos. Pensé ¿a qué sonará Guadalajara?
Después de comer, pasamos a la sala de espera, pero antes, tuvimos problemas con el equipaje, nada que no se pudiera resolver. Todavía no comenzaba el viaje y Rub ya estaba molesto con y por su familia. En fin, puso un álbum para aeropuertos y se relajó. Y yo, sin música. Afortunadamente, mientras esperábamos encontré música en mi teléfono y no sólo eso, sino también, un soundtrack perfecto para volar: The Dark Side of the Moon de Pink Floyd.
The Great Gig in the Sky mientras volábamos entre las nubes y cuando Rub me agarró de la mano: Us and Them y seguíamos volando entre las nubes en un Boeing 737. Nuestra odisea en el aeropuerto ¿cuál odisea? Black and blue, and who knows which is which and who is who. ¿Turbulencia? Me and you, god only knows it's not what we choose to do. Las nubes se veían increíbles interactuando con el cielo: Any Colour You Like.
Aterrizamos antes de lo planeado. Cuando bajamos del avión, el cielo tenía esos colores que me encantan.No hay mejor forma de describir el cielo que una foto:
Me hizo preguntarme nuevamente lo que me gustaría estar haciendo en diez años. No hay respuesta.
Llegamos al hotel y elegimos el piso más alto para ver la ciudad por las ventanas. Nunca me había hospedado en un hotel así, no era como el de las playas, éste era muy elegante, como un hotel de ciudad. Llegué a guardar mis cosas en un cajón y cuando salí de la habitación, corrí a las ventanas grandes del pasillo para ver la Ciudad de Guadalajara. Se veía tan similar a mi hogar, que no me sentía en vacaciones. Era de noche y no puede sacar una foto padre hasta el día siguiente.
Más tarde, fuimos en busca de un super para comprar lo que íbamos a necesitar en los próximos días y lo que no nos dejaron pasar en el aeropuerto, el más cercano era un Auerrera pero no nos percatamos de la hora y estaba cerrado. Tuvimos que comprar las cosas en la farmacia Benavides y después, fuimos a cenar a La Gorda. Ahí escuché la Bikina tocada por una Tuna de Colima que fue a concursar y pasó por el lugar donde comíamos y uno de los clientes les pidió que tocaran para su familia. Me emocioné mucho porque mientras comía una torta ahogada, escuchaba La Bikina, cuarta canción del soundtrack de Guadalajara.
Antes de salir de la CDMX, buscamos en Google Maps nuestros lugares de interés en este orden: El Deposito, la UDG Virtual, Starbucks y el Cheesecake Factory, y asombrosamente, todo lo que necesitábamos estaba cerca del hotel (excepto la fabrica del pastel de queso). Después, se fueron incluyendo más lugares de interés como The Food Truck Park y el metro, la librería de Fondo de Cultura Económica, etc., y todos, cerca del hotel.
Estuvimos hospedados cerca de una de las avenida principales: la avenida Chapultepec. Cuando llegamos, no creía correcto comparar a GDL con la CDMX porque cada ciudad tiene lo suyo y es única pero, es algo inevitable porque GDL tiene muchas cosas parecidas a la CDMX (y no al revés). Por ejemplo, la avenida Chapultepec es la mera combinación de Reforma, Insurgentes y el corredor cultural Alvaro Obregon de la Roma. También, hay mucha promoción de transporte sustentable, sobre todo, de la bici porque tienen un programa como el de 'ecobici' que se llama 'mibici', hay rodadas ciclistas los viernes por la noche con patrullas resguardando la seguridad de los ciclistas y también un paseo dominical. El metro es llamado tren ligero, el metrobus es llamado macrobus, y hay muchos camiones y mucho Uber <3.
Avenida Chapultepec |
Mi bici |
Rodada ciclista los viernes por la noche |
************* Viernes: examen profesional, Cheesecake Factory y el Depo ***************
El viernes fue el examen profesional de Rub. Nos preparamos desde temprano. Tenía planeado ir a comprar su café del día de SB y llevarselo antes de que despertara pero su papá siempre ha sido muy puntual y cuando salí de bañarme, ellos ya estaban listos y esperando en la recepción. Fuimos juntos a SB y compramos un rollo de canela para esperar a que bajaran sus mujeres. Lo padre del pan de Starbucks es que lo hacen en panaderías cercanas a la zona, entonces estábamos comiendo pan real de Guadalajara, y sí sabía diferente, rico, pero diferente, como más masudo. Mientras seguíamos esperando, descubrimos que hay 'Más por Más GDL' ¡wuju! Y también hay 'La Jornada Guadalajara'.
Cuando las chicas estaban listas, desayunamos en el restaurante del hotel y nos fuimos en camión a las instalaciones de la Universidad Virtual. En nuestra estancia, nos percatamos que casi todo lo que estaba relacionado con cultura, tenía que ver con la UDG.
Cuando las chicas estaban listas, desayunamos en el restaurante del hotel y nos fuimos en camión a las instalaciones de la Universidad Virtual. En nuestra estancia, nos percatamos que casi todo lo que estaba relacionado con cultura, tenía que ver con la UDG.
Tuvimos que esperar un poco porque llegamos muy temprano y cada minuto que pasaba, Ruben estaba más nervioso. Al final le fue bien, me gustó la relación que hizo para justificar su trabajo y que al final sí le agregó imágenes a sus diapositivas. En la ronda de preguntas estaba imparable y sus respuestas fueron buenas, su tía se durmió y yo casi lloro cuando estaba en la toma de protesta (sólo de acordarme me emociono). Estoy muy feliz por él, no sé si me siento orgullosa pero sí muy feliz. Hizo un buen trabajo en la Universidad después de varios intentos fallidos. ¡Felicidades Ruben!
Regresamos al hotel para que se cambiara esos zapatos feos. Para festejarlo fumos a comer a Cheesecake Factory, yo era la más emocionada. Me dormí en el camión porque estaba drogada y muy cansada porque me quedé platicando con la mamá de Rub hasta la madrugada. Compartí comida con Mitzi porque era demasiado y quería guardar espacio para lo mejor: el postre. Todo estuvo delicioso, sobre todo la comida. Pedí un Oreo Dream Extream Cheesecake y lo compartí con Ruben, no me lo acabé porque está demasiado chocolatoso.
Regresamos al hotel y descansamos un poco, después salimos a dar una vuelta y fue ahí donde vimos la rodada ciclista y encontramos el FoodTruck Park. No comimos nada porque estábamos satisfechos así que decidimos ir a beber. Cada quien se tomó dos pintas de nuestra querida, amada y adorada Minerva. Sólo de recordar lo fresca que estaba se me hace agua la boca. Fresca y de barril. Tomar cerveza Minerva en Guadalajara es super diferente a tomarla aquí y, estoy segura que es porque la fabrica productora de deliciosidades está a menos de 42 kilómetros de la Ciudad de GDL. Bebimos y fuimos muy felices.

************************ Sábado: Nike Run Club GDL, Centro histórico, Mercado de San Angel y FoodTruck Park *************************
El sábado fue el día más movido. Empezamos yendo al club. Nos costó trabajo encontrar al equipo pero fue hasta que se me ocurrió preguntar que los encontramos en el metrocan (el lugar de los canes) obvio, yo me metí a buscarlos pero sólo había perros. El club estaba en la pista de afuera. Para trasladarnos utilizamos Uber porque no encontramos transporte público que nos pudiera dejar hasta allá.
Regresamos a desayunar a La Gorda y los desayunos estaban deliciosos. Fuimos al hotel a bañarnos y después salimos en busca de la aventura. Nos fuimos en camión hasta el metro Juárez y de ahí caminamos para encontrar la tienda oficial de los Leones Negros, Rub encontró su playera y yo encontré el lugar que todo lo tenía: arte en una pared gigante, mi bici, bancas coquetas para el disfrute, la rectoría de la UDG y al fondo se veía la estructura de uno de los lugares más impresionantes de Guadalajara: la arquidiócesis.
Después de comprar la dichosa playera y de visitar la arquidiócesis, caminamos hacía la Catedral y nos sentamos un rato para descansar. Nuestro recorrido continuó por el Museo Regional de Guadalajara, que personalmente me aburrió porque no me gustan los museos de arqueología -ni de arte contemporáneo-. Después fuimos a comer al mercado de San Juan de Dios, también conocido como Mercado Libertad. Ésto fue lo más folklorico del mundo, por todos los colores, olores y gente que había. No tomé ninguna foto porque como en cualquier mercado, me dio miedo sacar mi cámara. Hay un piso completo de comida y los locales están acomodados de acuerdo a lo que venden. Yo quería comer en un localito de antojitos mexicanos pero la familia de Rub eligió la zona de birria. No se me antojó porque me da cosa comer cuando el cráneo del animal está en frente de donde estoy sentada.
Después de la gran aventura dentro del Mercado Libertad, fuimos al lugar más interesante de Guadalajara: el Hospicio Cabañas. Yo quería ir desde que llegamos porque había hecho mi labor de investigadora y aparecía siempre en el primer lugar de los museos de Guadalajara. El recorrido nos lo dio un señor historiador que a parte de hablar bonito, estudió y escribió un libro sobre la historia del hospicio. Nos contó la historia del recinto y de los majestuosos murales de Clemente Orozco que contaban la historia de México y algunos pasajes bíblicos. Aprendí sobre la historia del pozole y sobre el callejón del diablo. Nos dio contexto histórico y nos tomó una foto con la corona más bonita del lugar. ¡Me en-can-to! Desde ese día supe que tenía que comprarme una libreta muy coqueta (una moleskine) que pudiera llevar conmigo a mis viajes y escribir en ella sobre lo que veo y aprendo, para nunca jamás olvidar nada.
Después de nuestro cumplidor recorrido por el centro de la Ciudad de Guadalajara, regresamos a nuestro punto de salida por tren ligero. Le quería tomar una foto super padre al metro de Guadalajara pero no me dejaron, de hecho, en la única foto que saqué se ve el policía haciendo ademanes para que bajara mi cámara.
Cuando salimos del metro nos agarró el aguacero, ni siquiera pudimos movernos de donde estábamos y vimos a un carro con el vidrio trasero roto por una rama de árbol que le cayo durante la lluvia. Cuando regresamos al hotel, en la entrada del edificio de a lado estaba la mitad de un árbol tirado por el viento. Y nosotros super mojados. Nos secamos y en la noche fuimos a cazar comida. Fuimos a los FTs y había música en vivo, mesitas coquetas donde sentarnos, al fondo estaban los baños y un bar de cervezas artesanales. La comida estaba ¡de-li-cio-sa! Pedí una cajita de comida china con una Pale Ale de Minerva. Ruben pidió un sandwich y una ITA. Sus mujeres pidieron también un sandwich de donde Rub lo pidió. Teníamos ganas de crepas pero el FoodTruck que las vendía tenía muchos pedidos e íbamos a tener que esperar mucho, así que fuimos a las crepas de oooootro FT que estaba en la esquina del hotel (Guadalajara: el lugar de los FoodTrucks). La masa estaba casi cruda pero bueno, si no comíamos crepas de ahí, nos íbamos a quedar con las ganas porque desde el primer día que pisamos tierra guadalarajernse, las vi y les eché ojitos.
********************* Domingo: desayuno, descanso, el Depo y de regreso *******************
El domingo me paré super tarde y como me ganaron el baño, me fui a ver tele con Rub. Más tarde, fuimos a desayunar a un bufete y comimos muy rico y mucho pan. Después, cada quién se fue a su habitación y descansamos como tres o cuatro horas porque el día anterior estuvo bastante pesado. Cuando me aburrí, le dije a Rub que nos fuéramos al Depo a despedir a Guadalajara con un litro de cerveza y así fue, estuvimos platicando de un par de chicos que estaban tratando de ligosear mientras su grupo de amigos bailaba un baile tipo electro mix reggae. Nos encontramos que los domingos son los días culturales en GDL porque toda avenida Chapultepec estaba llena de skaters y grupos de chicos bailando, rapeando y haciendo cosas de su interes, más, el paseo ciclista dominical.
Fuimos a dar la vuelta para que se nos bajara un poco y sólo regresamos al hotel para llevarnos a todos de vuelta a los FTs. Ahora sí me comí mi super crepa riquísima (estaba mucho mejor que la de la noche anterior).
Pedimos un Uber para que nos llevara al aeropuerto y todo super amable nos venía contando chistes e historias. Muy agradables los chóferes de Uber. Fuimos a conocer el aeropuerto y despedirnos de la ciudad. Había playeras que decían I <3 GDL pero me había quedado son fondos. Nos subimos al avión y lo más relevante fue el aterrizaje porque aunque ya estabamos en la pista, seguíamos sintiendo la sensación de seguir en el aire porque no se sintió nada cuando bajó las llantitas.
Trate de hacer una última comparación con las luces de las ciudades, vistas desde el cielo y, definitivamente, Guadalajara es una Ciudad.
El sábado fue el día más movido. Empezamos yendo al club. Nos costó trabajo encontrar al equipo pero fue hasta que se me ocurrió preguntar que los encontramos en el metrocan (el lugar de los canes) obvio, yo me metí a buscarlos pero sólo había perros. El club estaba en la pista de afuera. Para trasladarnos utilizamos Uber porque no encontramos transporte público que nos pudiera dejar hasta allá.
Para más fotos, chequen mi instagram: @monibite |
Después de comprar la dichosa playera y de visitar la arquidiócesis, caminamos hacía la Catedral y nos sentamos un rato para descansar. Nuestro recorrido continuó por el Museo Regional de Guadalajara, que personalmente me aburrió porque no me gustan los museos de arqueología -ni de arte contemporáneo-. Después fuimos a comer al mercado de San Juan de Dios, también conocido como Mercado Libertad. Ésto fue lo más folklorico del mundo, por todos los colores, olores y gente que había. No tomé ninguna foto porque como en cualquier mercado, me dio miedo sacar mi cámara. Hay un piso completo de comida y los locales están acomodados de acuerdo a lo que venden. Yo quería comer en un localito de antojitos mexicanos pero la familia de Rub eligió la zona de birria. No se me antojó porque me da cosa comer cuando el cráneo del animal está en frente de donde estoy sentada.
Después de la gran aventura dentro del Mercado Libertad, fuimos al lugar más interesante de Guadalajara: el Hospicio Cabañas. Yo quería ir desde que llegamos porque había hecho mi labor de investigadora y aparecía siempre en el primer lugar de los museos de Guadalajara. El recorrido nos lo dio un señor historiador que a parte de hablar bonito, estudió y escribió un libro sobre la historia del hospicio. Nos contó la historia del recinto y de los majestuosos murales de Clemente Orozco que contaban la historia de México y algunos pasajes bíblicos. Aprendí sobre la historia del pozole y sobre el callejón del diablo. Nos dio contexto histórico y nos tomó una foto con la corona más bonita del lugar. ¡Me en-can-to! Desde ese día supe que tenía que comprarme una libreta muy coqueta (una moleskine) que pudiera llevar conmigo a mis viajes y escribir en ella sobre lo que veo y aprendo, para nunca jamás olvidar nada.
Después de nuestro cumplidor recorrido por el centro de la Ciudad de Guadalajara, regresamos a nuestro punto de salida por tren ligero. Le quería tomar una foto super padre al metro de Guadalajara pero no me dejaron, de hecho, en la única foto que saqué se ve el policía haciendo ademanes para que bajara mi cámara.
Cuando salimos del metro nos agarró el aguacero, ni siquiera pudimos movernos de donde estábamos y vimos a un carro con el vidrio trasero roto por una rama de árbol que le cayo durante la lluvia. Cuando regresamos al hotel, en la entrada del edificio de a lado estaba la mitad de un árbol tirado por el viento. Y nosotros super mojados. Nos secamos y en la noche fuimos a cazar comida. Fuimos a los FTs y había música en vivo, mesitas coquetas donde sentarnos, al fondo estaban los baños y un bar de cervezas artesanales. La comida estaba ¡de-li-cio-sa! Pedí una cajita de comida china con una Pale Ale de Minerva. Ruben pidió un sandwich y una ITA. Sus mujeres pidieron también un sandwich de donde Rub lo pidió. Teníamos ganas de crepas pero el FoodTruck que las vendía tenía muchos pedidos e íbamos a tener que esperar mucho, así que fuimos a las crepas de oooootro FT que estaba en la esquina del hotel (Guadalajara: el lugar de los FoodTrucks). La masa estaba casi cruda pero bueno, si no comíamos crepas de ahí, nos íbamos a quedar con las ganas porque desde el primer día que pisamos tierra guadalarajernse, las vi y les eché ojitos.
********************* Domingo: desayuno, descanso, el Depo y de regreso *******************
El domingo me paré super tarde y como me ganaron el baño, me fui a ver tele con Rub. Más tarde, fuimos a desayunar a un bufete y comimos muy rico y mucho pan. Después, cada quién se fue a su habitación y descansamos como tres o cuatro horas porque el día anterior estuvo bastante pesado. Cuando me aburrí, le dije a Rub que nos fuéramos al Depo a despedir a Guadalajara con un litro de cerveza y así fue, estuvimos platicando de un par de chicos que estaban tratando de ligosear mientras su grupo de amigos bailaba un baile tipo electro mix reggae. Nos encontramos que los domingos son los días culturales en GDL porque toda avenida Chapultepec estaba llena de skaters y grupos de chicos bailando, rapeando y haciendo cosas de su interes, más, el paseo ciclista dominical.
Fuimos a dar la vuelta para que se nos bajara un poco y sólo regresamos al hotel para llevarnos a todos de vuelta a los FTs. Ahora sí me comí mi super crepa riquísima (estaba mucho mejor que la de la noche anterior).
Pedimos un Uber para que nos llevara al aeropuerto y todo super amable nos venía contando chistes e historias. Muy agradables los chóferes de Uber. Fuimos a conocer el aeropuerto y despedirnos de la ciudad. Había playeras que decían I <3 GDL pero me había quedado son fondos. Nos subimos al avión y lo más relevante fue el aterrizaje porque aunque ya estabamos en la pista, seguíamos sintiendo la sensación de seguir en el aire porque no se sintió nada cuando bajó las llantitas.
Trate de hacer una última comparación con las luces de las ciudades, vistas desde el cielo y, definitivamente, Guadalajara es una Ciudad.