jueves, 16 de abril de 2015

Comprando música y lo difícil que es abstenerme de regalar calcetas en los cumpleaños

Ya sé, ya sé...

Se supone que debía de esforzarme para ser constante este mes pero, ¿qué puedo decir para justificarme? Nada.

Y ayer por fin compré para mi ipod las canciones que me encontré en Spotify y que me gustaron como para tenerlas conmigo siempre (o cuando se me acabe la suscripción), entre ellas está la de Magic de Coldplay. El corito me gusta mucho, sobre todo porque parece que dice 'I wanna fart, fart so hard' ¡jajaja!

Les comparto mi lista de canciones que me quiero comprar o que ya me compré. Link

Estos días he estado activa, del jueves al sábado estuve en el desmadre y el domingo tuve puros partidos (de tocho, obviously) hasta Juan de la Chingada, allá por donde vive Jacquie ¡jajaja!

El lunes salí con Neto, me acompañó a comprar el regalo de Rubén y después yo lo acompañé a los Estudios Churubusco a que recogiera unas cosas. Fuimos a comer unas hamburguesas a un lugar que en realidad vende semitas (no las comí porque Neto me dijo que por mis robots bucales no podría morderlas bien). Está junto al metro General Anaya y están buenas, la carne está jugosa, no recuerdo cómo se llama el lugar pero prometo que está a una cuadra del metro y vende semitas, con esas dos referencias no hay pierde. Es barato, el combo de hamburguesa cuesta 60 pesos y te sirven papas y agua de sabor. Recomendable por si andan por la zona.


También, quiero escribir sobre lo mamón que es mi novio y lo difícil que es conseguirle un regalo. Él siempre dice que es de gustos simples (un Roobie simple de gustos simples) pero la evidencia de que no es así está en lo difícil que fue para mí tomar una decisión al elegir su regalo. Obvio, cuando fui al centro, tenía idea de lo que estaba buscando: la primera opción fue el Division Bell de Pink Floyd en vinyl; seguido por el Lightning Bolt de Pearl Jam y si de pura casualidad encontraba el Year Zero de NIN iba a ser la heroína de los regalos (pero obvio no).

Al final, el único Division Bell que encontré era de edición especial que costaba como tres mil pesos. El Lightning Bolt sí lo encontré y a buen precio pero, cuando vi que decía 'hecho en México' mejor lo deje porque para los piojitos de Roob, eso no calificaba como una opción.

También pasé a la Nike Factory a ver si había algo que le quedara para el tocho o para cuando empiece a jugar equipado y encontré una pro combat super padre, de lujo, de mangas largas, negra con verde volt, de compresión y con las vertebras ventilables en la espalda, era ideal y me alcanzaba pero, sólo había talla mediana. Neto la vio y me dijo que sí le podría quedar, pero estoy segura que Rubén iba a decir que le había comprado un costal, y admito que eso es mi culpa. Me sentí horrible porque era la ideal para todo lo que él necesitaba de capa base. Horrible. También vi unas fundas y un pantalón para americano del color de nuestro equipo pero estaban muy caros :-(

Medio busqué la tarjeta arduino que desde hace tiempo quiere pero no la encontré en ningún lado y había personas que ni siquiera sabían de qué estaba hablando. Como estuve pasando a la Gandhi y otras librerías, pensé que otra buena opción podría ser el libro de 'De qué hablo cuando hablo de correr' de Murakami pero en inglés y como era de esperarse, todos me decían -de Murakami no manejamos nada en inglés-. ¡Bah!

Al final, cuando agoté todas mis opciones, llegue a la última Nike Store y encontré una pro combat, la mejor opción de toooodo lo que había visto, buscado y encontrado. La compré.

En resumen, Neto y yo estuvimos aproximadamente cuatro horas buscando la mejor opción para regalo y no fue naaada fácil. Y de todas las opciones que tenía, tuve que quedarme con la menos peor. De que había opciones, había pero por x o y, no eran perfectas para un chico como el mio. Y es aquí donde demuestro que quizá esté simple pero, sus gustos no lo son.

¡Jajaja! Roasted.





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