miércoles, 24 de diciembre de 2014

2014. Recuento de año.

And here I am, standing on mi feet at the end of the year.

Logré terminar lo que se veía lejos, borroso, sin rumbo, confuso e imposible en algún momento.

Con este post mediocre, doy por terminado el año.

Como en todos los años, el inicio siempre pinta bien, con determinación y planes (o por lo menos los míos -qué aburrida-). Pero para que vean que no soy aburrida, el Universo le puso un poco de picante a mi año. Como sabrán, este año he escrito mucho en mi blog, sobre todo en mi época de conflictos, lo que es curioso porque generalmente escribo cuando todo esta muy mal.

"La diferencia entre las personas cool y yo es que yo puedo escribir sobre lo patética que soy"

Debo de ser sincera conmigo, este año fue malo. Espero nunca jamás volver a tener un año como este. Sí, logré hacer cosas importantes como entrar a la universidad y sí, muchas experiencias pero... fueron experiencias malas, que tendrían que pasar en algún momento y algunas se decidieron por manifestar en este año.

Desde que hago reportes de microbiología, tengo esa obsesión de poner palabras clave en todo lo que hago, digo o pienso. Cualquier cosa que necesito explicar: palabras clave. Así que si le tuviera que poner palabras clave a este año serían: Greenpeace, hospital, desempleo, standby, desesperación, adolescencia tardía, universidad, frustración, hueva, confusión todo el tiempo, decisiones, experiencias.

Lo que aprendí este año: valorar la amistad, me di cuenta que muchas veces son una hija de la chingada con mis amigos o personas que me aprecian (lo siento y estoy consiente); aprendí a tocar Hurt de Nine Inch Nails en el ukulele, aprendí a que no debo de molestar a Rubén y a veces me tiene que valer madres para estar bien con él; aprendí sobre bacterias, hongos, algas, protozoarios, RNA, la clasificación de los seres vivos, falsos hongos, ciclos de vida, hacer cultivos (que curiosamente lo lo aprendí en una materia que casi repruebo); a hacer huertos urbanos, a programar arduino, mejoré muchísimo mi ingles, mi redacción está volviendo a la normalidad y a cómo volar globos de cantolla. Aprendí que debo de ser más eficiente al resolver mis issues, que los timbres postales son los mismos para cualquier lugar de México (Torreón) y tienen el mismo precio; y que mi falta de confianza la puedo compensar con valemadrismo. 

Cosas que descubrí durante el año y mientras hago este post: la pornografía me aburre, me volví adicta a twitter, amo youtube en navidad, soy fan de The Awkward Yeti, el mes que tuve más sexo fue septiembre, ya me gusta la Stella Artois porque mi paladar ha madurado, me gusta la comida preparada from the scratch, mi cerveza preferida es la Unión de Minerva, amo a los Foodtrucks, los postres de La Indulgencia apestan y que TimeOut Mx vive de publicidad. Descubrí que amo-adoro la ciencia y lo que implica ser científico, que tengo una adicción (mal pedo) con Netflix y las series, que hay gente realmente estúpida o idiota (que no es lo mismo -por favor háganme saber cuando haga algo idiota, porque temo más ser idiota que estupida-).

estupidez: cuando un estúpido hace una estupidez. (alguien tonto)
idiota: un estúpido necio.

"La estupidez acompañada de una necesad es una idiotez"

Es difícil tratar de discriminar eventos, opiniones o anécdotas importantes del año. Prometo que para el año que viene voy a escribir más seguido para no olvidar nada y que sea más fácil recordar y discriminar todo lo sucedido en el año. Cómo no incluir cosas tan pequeñas que me han enseñado mucho. Aprendí también que hay personas que quizá no me conocen tan bien como creí y que eso me decepciona: no proyectar siempre lo que soy porque entonces, toda mi vida he estado equivocada con quien soy en realidad. No, no es quién soy, es: cómo soy. Sigo con mis conflictos de adolescente.

Lo más curioso de este año es que varías veces, por casualidad me encontré con textos, experiencias y opiniones que hice en años pasados y que en la actualidad me dan pena. Creo que una de las frases que utilice más este año fue 'qué pena me doy'.

Viaje poquito porque o no tenía tiempo o no tenía presupuesto. Acapulco, para ver el Rainbow Warrior (que por cierto, mi percepción sobre Greenpeace ha ido cambiado poco a poco. El veredicto final cuando este segura de lo que realmente creo). Chignahuapan a comprar esferas y a ver la imagen religiosa más grande de Latinoamerica; y conocí Milpa Alta (cuenta como otro estado).

Los conciertos de este año fueron sólo dos: NIN en el Vive Latino junto con los Bunkers y su super canción Bailando Solo. Y Navidad con Sabor a México de David García Hernádez en la Temporada de Música de Cámara del Ollin Yoliztli.

Pocas carreras, mi sueño del podio frustrado, mis fracasos en las demás, pero la más bonita del año fue la que menos me espere: la carrera de princesas. Nunca olvidare Midnight City y la CDMX amaneciendo.

También, este año fue de vagancia, porque pese a que hice menos cosas de las que me hubiese gustado hacer, casi no dormí en mi casa. Me la pasé en casa de Mey o Rubén. También estoy agradecida, creo que es otra cosa que aprendí este año, (no, no con la vida - eso sí sería totalmente patético y denme un tiro si en algún momento digo eso-) con las personas, siento que este año todos me han tratado muy bien y yo, en cambio, les di pura mierda (lo siento, de nuevo).

En resumen, no hay mucho que decir de este año, creo que lo más importante para recordar es mi angustia cuando Rubén fue a parar al hospital, mis dos meses de depresión después de Telvista, mi manera de abrumarme y que entré a la UAM. Fin.

2014, espero no volver a tener un año tan patético como tú (y menos uno peor).


¡Fotitos! Fueron las que me más me gustaron de año...

La mayoría están en post anteriores pero por eso las subí y quiero que las vean otra vez. Dentro de pocos días empieza todo desde cero, porque ese es el chiste de año nuevo, ¿no? Tener la oportunidad para volver a empezar y llevar un récord y estadísticas de lo que hacemos año tras año.




domingo, 14 de diciembre de 2014

El arte que llega. Yayoi Kusama, tú lo lograste


Este pequeño post va dirigido a Yayoi Kusama, una de las dos artista que me han podido llegar en la vida.

Era importante no desistir pese a los intentos pasados para acudir a sus alucinaciones expuestas. Gracias a fuerzas mayores: destino, fue fácil y fluido entrar.

Con anterioridad había leído sobre ella y su trabajo como artista y enferma mental. Gracias a esto adelantos de su obra, supe cómo manejar las ideas y hacia dónde dirigir mis preguntas y pensamientos. 
Luces con espejos, causan reflejos. Foto que tomé para modificar un poco el infinito con espejos que Kusama quiere crear. Circulo infinito de luces. (Intervención intervenida).


Una enferma mental (palinopsia), que refleja sus trastornos, alucinaciones y todo lo que la agobia en el arte. Yayoi Kusama, la artista de 85 años que "actualmente sigue produciendo pintura e instalaciones de manera diaria en un taller que montó en Tokio, cerca del hospital psiquiátrico en el que reside voluntariamente desde 1977, es considerada por muchos como la artista viva más importante de Japón."

La experiencia al entrar en uno de los cuartos en donde están montadas sus piezas es totalmente fuera lo común y casi interactiva (que es algo de lo que siempre busco en este tipo de exposiciones); y debido a mi investigación previa, puedo reiterar una vez más que para entender el arte vanguardista (que en este caso es arte pop abstracto -a mi parecer-), tenemos que entender con profundidad al artista y casi casi vivir lo que él o ella; comprender sus traumas, ideas, enfermedades y situaciones, o en su defecto, que la exposición sea montada por un buen curador. Lo que trato de decir es que para entender a Yoyoi, hay que saber de su enfermedad para así, sentir lo que quiere trasmitir. Yo lo logré.


El arte de Yayoi Kusama lo debes de entender como una enfermedad compulsiva.


"A los 12 años, Kusama fue diagnosticada con un tipo de trastorno obsesivo compulsivo denominado palinopsia, que la hace ver patrones y ecos en las imágenes. Desde entonces comenzó a sufrir alucinaciones, pensamientos obsesivos y tendencias suicidas. Otra de las condiciones que Kusama comenta sufrir, es un síndrome de despersonalización, que permite a quienes la padecen verse a sí mismos desde una perspectiva exterior, separando sus procesos mentales y corporales".
Esto, más que hacerla parecer como una artista común y corriente, quiere decir que los famosos lunares de Kusama son en realidad su día a día, son su razón para producir arte y al mismo tiempo son su toqué personal. 

Los transtornos mentales son su toque personal.
Es por esta razón que para entender a Yayoi Kusama hay que tener en cuenta las siguientes palabras clave: ansiedad, compulsión, enfermedad, alivio/cura, desesperación, catarsis. 

Una de las preguntas frecuentes a lo largo de la exposición es ¿su arte le ayudará a aliviar su picazón o será sólo para compartir su catarsis?

Por lo que concluyo que soy fan del cerebro de Yoyoi Kusama. Porque su cerebro hace que produzca arte, arte que contagia su enfermedad, arte que causa ansiedad, esa ansiedad que es la que quizá sienta ella. Y eso es lo maravilloso del arte, pensar que lo que siento es lo que ella siente -o sintió-, comunicar a través de una pieza, que si no supiera más de la artista, la interpretaría como algo colorido y lindo, no como lo que es: ansiedad, compulsión, enfermedad, alivio, cura, desesperación, catarsis, es decir, Yayoi Kusama.


Uno de los cuartos de Kusama, la foto es en realidad un barrido de lo que en verdad es.