Lo siento blogger, me he dado cuenta que no soy tan interesante como pensé. Tengo muchas ideas en la cabeza pero es más fácil hablarlas que escribirlas. Necesito una fuente de inspiración y no distracciones cuando escribo y analizo. Me he dado cuenta que últimamente sólo escribo sobre mi día a día y aun no decido si quiero que este blog se convierta en un
"diario".
Anyway...
Mi visita al
Autocinema Coyote. Llegamos al autocinema en ecobus -dijo Marco- y así fue. Hacía mucho frío y mis amigos, Mey y Marco, no iban muy preparados para esa tempestad. Afortunadamente Roobie llevaba cobijitas que nos robamos de Cinemex Platino (ya sé, qué chacas). Entramos, nos dieron nuestra bocinita y los vine-vine oficiales nos acomodaron de acuerdo al tamaño del carro: los más pequeños al frente. Después de que nos estacionamos, fuimos por nuestra cerveza de cortesía, una Tempus de doble malta. Cabe mencionar que no me gusta mucho la Tempus pero esa sabía rica.
La verdad es que no tenía hambre porque estaba emocionada de estar con Roobie (que llevaba 5 días sin verlo) y con mis amigos y de conocer a JJ. Roobie tuvo que insistir mucho para que pidiera algo y me alegro de que logró su cometido porque las palomitas estaban muy ricas: saladitas; aunque la malteada estaba muy
equis.
También había un FoodTruck de Waffles pero sabían feos porque ya los tenían preparados y como hacia mucho frío, sabían a huevo (aun no me explico cómo el frío afecta el sabor y si el sabor a huevo en un pan -el que sea- es bueno o malo).
Decidimos quedarnos en las sillitas-mecedoras que estaban hasta enfrente de todos los carros. Fue una mala y buena decisión. ¿Por qué mala? Como ya mencioné, hacía muchísimo frío y mis amigos no iban tan preparados para esa eventualidad del tiempo (aunque les avisamos con anticipación que llevaran sus chamarras o ropa para cubrirse del frío), así que la mitad de la película la pasamos con frío. Sí, hasta yo tenía frío. ¿Por qué buena? Las sillitas-mecedoras se veían muy cómodas y estaban cerca de la pantalla. En alguna de nuestras visitas las teníamos que probar y en qué mejor visita que la primera. Así, en nuestro próximo viernes de pelis sabremos que la mejor opción es quedarnos en el carro, porque también, es un
auto-cinema, y ese
auto no es de
hágalo usted mismo sino es de automóvil. Entonces...
¡Ah! Y la película que vimos fue Drag Me to Hell. Todos ya la habíamos visto, excepto Merlo (entonces no son todos, Monica).
Estuvo muy coqueto. Sí volveremos.
Foto del edificio de Bruce Wayne
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El sábado fueron las hamburguesas en casa de Merlo y Mey (de ahora en adelante cada vez que me refiera a Merlo y Mey voy a escribir MM, ¿ok?)
Sabrosas. La carne estaba muy jugosa y el pan era del bueno. Una hamburguesa tan sencilla nos hizo pensar en dos cosas: We Love Burgers no vale lo que cuesta/ en un capítulo de
Parks and Recreation donde hacen un concurso de hamburguesas y gana la más sencilla contra la de carne de pavo con cosas gourmet (como en WLB).
Nosotros llevamos las cervezas.
Jugamos
Risk, que nunca había jugado y que ni sabía que existía. Cuando nos estábamos organizando para jugarlo, hubo dos comentarios que se me hicieron exagerados: Angie dijo que era un juego muuuuy largo y Merlo dijo 'recuerden que antes de jugarlo eramos amigos'. No creí en sus afirmaciones, hasta que terminamos el juego. A las 4 de la tarde todos eramos amigos. A las 9 de la noche (y eso que no lo terminamos-terminamos, sólo lo suspendimos cuando perdió el primero, o sea yo) todos eramos enemigos consumidos por la tramposidad. Los más molestos terminamos siendo Roobie y yo porque sí eran bien tramposos, ya saben, alianzas entre primos y así. De hecho, extrañamos mucho a Claudia y Joel porque ellos sí ganan bien y a pulso.
Al inicio del juego. Mis piezas eran las negras (de maldad).
También subimos a su azotea en la noche a ver la bonita Ciudad de la Luz. Merlo nos prestó unos binoculares y se veía in-cre-í-ble. Esta foto la tomé con el lente de los binoculares.
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El domingo fue de pura hueva. Rico, ya saben.
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Lunes de doctor. Fuimos a Lindavista a buscar a ShakeAway pero aun no se ponen u_u
El famosísimo pasaje del metro La Raza. Siempre había querido tomarle una foto (quizá no es la mejor pero volveré).
Fuimos a dar a un hospital en la Roma por una confusión de números telefónicos. Pero fue bueno porque saliendo pasamos a comer a un lugar que se llama Oni (de
onigiris, supongo). Ya habíamos pasado por ahí alguna vez cuando íbamos de camino a los FoodTrucks del Huerto y se nos antojó mucho aquella vez que decidimos probarlos.
Totally recommend it
Las hamburguesas con "pan" de arroz. Yumi.
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Y hoy, que estaba decidida que iba a ser un día dedicado a la lavada de ropa y... no fue así.
Casualmente desde hace medio año veníamos tratando de organizar una reunión con el grupo de amigos de la prepa pero
por Chana o Juana (que en nuestro caso era por Oscar y Mari) no se podía. Y hoy, curiosamente se logró y todo fue improvisado. Neto, Oscar, Beto, Mari y yo, juntos nuevamente. Aunque nos faltó Esme pero... no podía ser perfecto. También invité a Mey porque también estaba lavando en mi casa y Neto rogó mucho para que fuéramos.
En resumen:
Neto. Su relación sentimental anda... no, ya no anda.
Mari. Tiene un nuevo novio.
Oscar. Sigue casado y con un nuevo trabajo (que consiguió hoy, casualmente).
Beto. Será mi guía en la universidad (¡Hola, Beto! Gracias por leer mi blog, significa mucho).
Y yo. De vacaciones.
En resumidas cuentas, tengo que practicar más mi ingles.