Tengo que recordar esta experiencia por completo y por siempre. Mi proceso dental empezó cuando un día decidí levantarme de mi cama e ir al dentista recomendado a que me hiciera un presupuesto para tener un boca sana y feliz.
Después de ese día, me emocione mucho porque todo parecía muy fácil -y así fue-.
El problema con mi boca es que es muy pequeña (como yo) y mis dientes son muy grandes. Este problema lo heredé de mi padre porque de hecho, tengo toda su estructura ósea. Pero bueno, me taparon unas cuantas muelas que empezaban a picarse, nada alarmante.
Después, siguieron las extracciones, cabe aclarar que estas fueron únicamente para hacer espacio en mi boca y todas estaban perfectamente sanas. En total, me hicieron 6 extracciones y sigo esperando el pase para la ultima que se hará con cirugía.
Tengo mucho que contar acerca de estas extracciones, lo primero es: todo es un tabú, porque siempre que alguien menciona 'me sacaron una muela' todos se imaginan un proceso super doloroso y debo de confesar que no es así. Obvio, no es agradable porque no es bonito escuchar cundo truena el hueso indicando que se acaba de separar la muela de la encía y, tampoco el sabor u olor que queda de sangre; pero de ahí en fuera, es un proceso transparente.
Tres de las extracciones las hice en el seguro porque eran las muelas del juicio y porque es un trabajo de rutina para ese tipo de dentistas. Debo admitir que la primera extracción fue muy divertida porque fui super animada ya que mi proceso dental estaba comenzando pero cuando me acosté sobre la silla, me comencé a poner nerviosa y lo que pensé fue '¡qué demonios hago aquí!' me pusieron anestesia y pensé que iba a hacer un trabajo largo pero antes de darme cuenta, mi primera muela ya estaba afuera y me comencé a reír (de nervios). Les recuerdo que las extracciones fueron fáciles porque mis muelas y dientes estaban perfectamente sanos :-)
Después de tres extracciones en el IMSS, siguieron los dientes. Uno de ellos fue muy difícil porque estaba acomodado de una forma rara y mi dentista se tardo como 20 minutos pero de ahí en fuera el sabor a flour con sangre ya era normal en mi boca.
Lo más molesto del procedimiento fueron las ligas (las famosísimas ligas), las cuales tuve que tener una semana para que hicieran espacio entre los dientes para poner las bandas de los brackets. ¿Por qué fueron molestas? Porque se sentía como tener algo atorado entre los dientes rosando con la encia y era de ese tipo de dolor que se siente rico -ja-.
Después de las ligas, me pusieran mis brackets en dos seciones. Nunca me dolió, solo se sentían un poco sensibles pero nada fuera de lo común. También pensé que jamás iba a poder cerrar las mandíbula completamente pero después de dos semanas lo logré.
Roobie me compro unos cubiertos de camping para que pudiera cortar mi comida cuando comiera en la calle -que lindo-.
Y debo decir que después de todo este proceso, me esperan dos largos años de cuidado y amor para mis pequeños robots.